domingo, 15 de enero de 2017

Mazas y martillos de guerra

Estos tipos de armas se diferencia claramente de las hachas y espadas por que no les hace falta un filo para matar. La principal función de estas armas era golpear, podían romper huesos simplemente aplicando un poco de fuerza y dejando que la gravedad y el arma en si hicieran el trabajo ellas solas.
Unas desventajas de estas armas eran su peso y el poco alcance, hacia falta estar cerca del enemigo si querías poder abatirlo. Hablaremos de dos tipos, mazas y martillos de guerra.

MAZAS
La maza al principio era una simple vara o garrote con un extremo más corto en el que se engastaba la roca que constituía la parte pesada y contundente. Con el paso de los siglos evolucionó a las típicas armas totalmente metálicas, cuya cabeza de armas disponía de trinchadoras "cuchillas" o "aletas", repartidas geométricamente, a la que se denominó maza de armas por su finalidad militar. Esta cabeza de armas solía estar hecha de materiales más pesados o baratos, como el bronceplomo o hierro, reforzándose luego con cuchillas aceradas y dando al conjunto formas hexagonales, octogonales, etc.
MARTILLOS DE GUERRA
 Un martillo de guerra —mejor nombrado históricamente en castellano como martillo de armas— era un arma contundente, que el guerrero mantenía casi siempre a una mano, cuya cabeza de armas fijada a un asta o mango corto siempre se componía de una parte más roma para golpear y otra más afilada (los "petos" o "pinchos") en forma de pico para estocar.
Pensado para el combate cuerpo a cuerpo, su diseño se asemeja al de un martillo y, al igual que éste, consiste en una cabeza maciza de metal y un mango. Este último puede tener distintas longitudes, variando entre la de una alabarda y la de una maza. Es un arma que tuvo su auge en la Edad Media y se utilizaba para destruir las armaduras de los oponentes. La estrategia más común era llevar a varios soldados armados con maza o martillo y detrás de ellos infantería normal.


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